Domingo 18 de Mayo

Después de releer mi diario y ver los comentarios y recodar lo que me han suscitado cada una de las lecturas identifico unos "patrones" en mis procesos, mis apreciaciones y los momentos de lectura; así como también el proceso de escritura del diario.

Para comenzar ve que me siento dispuesta y ávida de encontrar siempre nuevas lecturas. Estoy abierta a distintos géneros, autores, estilos, temáticas, épocas e idiomas distintos. Es una etapa de "esponja" en donde "todo, o casi todo vale." No porque todo valga realmente, sino por que para formar ese criterio, que permite a un lector escoger sus lecturas y a tener la capacidad de argumentar sus valoraciones, hay que haber leído un poco de todo, conocer esos cánones sobre los cuales se asienta la literatura contemporánea.

Esto lo he "asumido" inconcientemente. Veo que he buscado rescatar aquellas cosas que me interesan de cada una de las lecturas, de cada uno de los estilos. En lugar de rechazar aquello que no es divertido de leer, aquello que tal vez no comprendo, o aquello que aparentemente no es interesante, me he esforzado por absorber aquellas cosas positivas y asumir como un reto aquellas que se me han dificultado en el proceso. Como resultado he encontrado sumamente interesante ver las características de cada una de ellas y me han resultado realmente divertidas.

Aprecio también la guía que hemos recibido, y las puestas en común que hemos hecho . A través de esos intercambios de percepciones se abren formas posibles de hacer interpretaciones que permiten otro tipo de abstracciones del texto. Visiones que es probable no se me hubieran ocurrido de otra manera. En unos casos esas nuevas pautas y puntos de lectura modifican o enriquecen las propia y en otros sirven para reafirmarla.

Sin embargo noté que suelo inconcientemente (pero ahora cada vez concientemente lo evito) guiar la lectura de acuerdo a experiencias personales, tiendo a hacer interpretaciones de los hechos que según lo discutido en clase son "erróneas" o opuestas alas de otros. Por eso me esfuerzo en hacer ahora una lectura más neutral, menos influenciado por los códigos que conozco y en los que e desenvuelvo.

Por otro lado, me di cuenta cuánto me cuetsa expresar y, aún más, compartir mis ideas personales acerca de las lecturas, así como también analizarme como lectora. El diario de lectura requiere de un proceso de reflexión interno, un proceso que va más allá de las disertaciones que pueden llegara a hacerse en un ensayo en donde no se "inmiscuyen" los pensamientos personales; además requiere de una disciplina y una continuidad que me constó desarrollar. Ésto teniendo en cuenta que no lo escribí diariamente sino dos, tres y en pocas ocaciones cuatro veces por semana.

Para concluir agrego que me hubiera gustado tener un poco más de continuidad y un mismo hilo conductor. Lo he he escrito ha sido una serie de ideas sueltas, que no necesariamente se ligan entre sí. También hubiera querdio tener algunas otras ideas y reportes de otrs personas acerca de las mismas lecturas...revistas, críticos y demás.

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